El Titanic de 1997 fue una película dirigida por James Cameron donde se relatan los sucesos del naufragio más famoso “El Titanic” desde un punto de vista de dos enamorados, y la tragedia que sufrieron esa noche del 15 de abril 1912.
Esta película para el tiempo en el cual fue creada, tuvo una buena calidad fotográfica que hasta el día de hoy es aceptable.
La forma en que atraen al público con una historia de romance donde hay una pareja imposible y con clases sociales diferentes se enamoran, pero es un amor prohibido, llaman al público joven.
A pesar del cliché de la chica de clase alta y el joven pobre que se enamora, supieron contarla y es algo que realmente funciona hasta el día de hoy en películas basadas en este siglo, además que la trama de un romance a la antigua da muchas más expectativas ya que es algo que no se vive en esta época.
La historia inicia con imágenes del Titanic y de cómo eran separados por clases sociales, que da un toque de realidad, también la vestimenta entre hombres y mujeres muy acorde a la época; el machismo que se vivía en ese tiempo mucho más marcado y aceptado por la sociedad, como una mujer se tenía que casar con un hombre de dinero porque solas no podrían.
Dan esas pinceladas de realismo que lo transportan a esa época, con detalles tan mínimos como el maquillaje, los corsés que las mujeres utilizaron, las personas de otros países con diferentes idiomas.
Los actores son perfectos para esos papeles, se nota el miedo, amor, erotismo, tristeza y todas emociones posibles; tanto que las transmiten los sentimientos y se da solidaridad con los personajes.
Los guiones están hechos de tal manera que la película fluye con una sencillez que las tres horas con treinta minutos pasan desapercibidos.
Tiene partes iguales de historia de amor con hechos del naufragio, que no está hecha para personas que quieren ver sangre y destrucción, pero si para las personas que se pueden entretener con romance e historia.
James tomó un hecho histórico ya conocido, muchos ya habían creado una película sobre ello, pero en este caso no es “quien lo cuenta primero” sino “quien lo cuenta mejor”, el director supo usar el morbo, el romance y los hechos para dar a conocer una película que entre todas las que relataron el Titanic, esta es la más icónica.
El director fue muy creativo y audaz, además las escenas en el agua fueron grabadas en una piscina gigante, con edición. La calidad de actores que tenía y su equipo lograron hacer parecer que estaban en el mar. Bajando presupuestos por los viajes al mar y riesgos de daño al equipo de grabación.
La banda sonora fue un acierto, la canción “My heart Will go on” de Celine Dion es la canción que dejó marcada la película, al escucharla lo que se viene a la mente es Titanic. Además de la música que se utilizó mientras el barco estaba colapsando, los músicos con el violín, chelo y demás dan un toque especial y de sentimiento a esas escenas; la música que se utiliza en los momentos de suspenso donde todos corren buscando salvar sus vidas, son detalles que hacen resaltar las emociones.
Dilia Sofía Orozco Barrios.
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